Muchos profesionales se imponen a sí mismos, de manera inconsciente, barreras que generan un distanciamiento entre lo que ellos valoran a nivel profesional y la imagen que proyectan.
Un pensamiento como: ¨No quiero verme mayor, soy joven y no quiero perder mi apariencia juvenil¨; puede ser correcto a nivel conceptual, pero si uno cae en el error de convertirse en un esclavo de la moda, el mensaje que transmite se aleja del esperado.
No necesariamente se proyecta la imagen de un profesional joven, sino que se proyecta la imagen de una persona inmadura, extravagante y que le da más importancia a la moda que a su propio trabajo. El pelo largo denota juventud pero también inexperiencia. Si eres mujer y quieres mantener el pelo largo es mejor hacer una cola o un moño en el horario de trabajo. En caso de los hombres el pelo debe estar corto y la barba afeitada o muy bien recortada, ya que un aspecto descuidado se asocia inmediatamente a la baja calidad del trabajo realizado.
Un corte de pelo adecuado, maquillaje, colores que te queden bien, así como el entalle perfecto pueden quitarte hasta 10 años de edad.
En el ámbito corporativo siempre debemos respetar el código de vestimenta (si es que existe en tu compañía) y si no existe igual nos ceñimos por los estilos que proyectan profesionalismo, pero manteniendo detalles de tu estilo personal en los accesorios, para que no pierdas tu esencia. La idea no es que luzcas fingido/a. Siempre debemos ser muy cautelosos con la moda que puede convertirse en el silencioso enemigo de tu éxito profesional. Obviamente asumimos que tu trabajo es excelente.
¨Trabajo en un escritorio y nunca veo gente, ¿para que voy a arreglarme?¨ la respuesta a esta barrera viene asociada a otras preguntas. ¿Cómo quieres que sea tu futuro? ¿Quieres quedarte en ese escritorio hasta el final de tus días? ¿Qué es lo que quieres proyectar sobre tí a tus compañeros y jefes? ¿Eres bueno en tu trabajo? ¿Te gustaría tener una cita?
Puedes usar ropa simple pero lucir bien. Estudios afirman que las mujeres que usan maquillaje tienen 30% más probabilidad de ser promovidas.
Uno no se arregla para los demás, se arregla por uno mismo, si te sientes bien contigo mismo y eres feliz ¿Porque exteriorizar lo contrario?
¨Necesito un carro nuevo antes que una nueva imagen, no puedo tener ambos ¨. Es lo más gracioso que he escuchado, tu imagen es más visible que el carro y más promocionable; el carro requiere una inversión muchísimo mayor que una asesoría de imagen, por no decir que no son comparables; así que ármate de valor y asume el reto.
Muchas personas cuando tienen una presentación con la primera línea de reporte o altos directivos de la empresa, donde su profesionalismo debe lucirse y su apariencia acompañar su experiencia, se visten ¨mejor¨ que otros días; lo cual está perfecto. Pero ¿Qué es mejor?, gran parte de las personas considera que ¨vestirse mejor¨ para ese gran día es ponerse justo lo que tenía el maniquí de la tienda la noche anterior, es decir un estilo ¨high fashion¨, pero esto es un gran error. Gran error primero porque no consideran su profesión, segundo porque omiten su posición o rol en la empresa, tercero porque ni recuerdan la proyección de línea de carrera y cuarto porque no son conscientes del impacto visual y la consistencia de su imagen.
Existen muchos vacíos sobre Imagen, Etiqueta y Protocolo que ni las universidades ni institutos han cubierto aún; también existen varios entusiastas en la materia pero hasta ahora nadie se anima a separar ambos conceptos: Imagen va más allá que la moda, la moda es un estilo. Imagen es la combinación de los 7 estilos universales, estar actualizado y lucir bien considerando la ocasión según lo que desees exteriorizar.
No siempre ¨la moda¨ a todos nos va a quedar bien (ni en color ni en forma de cuerpo) tampoco va a encajar con nuestros ABCDE´s de la morfología: acentuar, balancear, camuflar, disminuir, y elongar, que es precisamente lo que buscamos en Vanessa Simonetti – Imagen Personal y Profesional.
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