La Importancia de la Imagen En el Entorno Laboral

 

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¿Cómo tu imagen influye la percepción?

 

Desde el primer momento que vemos a alguien, aunque no seamos conscientes de esto, hacemos juicios de valor respecto a esta persona, basados en la forma como la otra persona luce y se comporta; lo evaluamos internamente en función de una escala de atracción y si lo consideramos amigable o no, lo categorizamos a nivel intelectual y social, y aunque esto pueda sonar duro, determinamos si lo consideramos merecedores de nuestro tiempo y atención. Inmediatamente codificamos toda la información internamente dentro de nuestras experiencias personales y empezamos a hacer evaluaciones sobre su carácter, temperamento, habilidades profesionales, entre muchas otras.

A nivel subconsciente y desde el primer contacto visual, percibimos la ropa de las personas primero; y hacemos profundos juicios de valor basados en evidencia superficial. Es por lo anterior que resulta muy importante elegir cuidadosamente la forma como nos vestimos para determinadas ocasiones, pues genera en los demás una primera impresión que puede ser determinante en transmitir adecuadamente nuestros valores.

 

 

Un punto importante que debemos considerar es vestirnos bajo el mismo estándar elevado siempre. Si las personas reaccionan positivamente a tu apariencia cada vez que te ven, estás construyendo un nivel de credibilidad respecto a tu desempeño, habilidades, inteligencia, capacidades, competencias, etc. Por otro lado, si tu imagen comunica mensajes mixtos, corres el riesgo de generar opiniones negativas que no permitan a los demás percibir las habilidades y capacidades que realmente posees.

 

¿Qué es una imagen efectiva?

 

Una adecuada imagen es importante para tu profesión. Definitivamente vale la pena lograr una imagen pulcra y de calidad que te otorgue seguridad y confianza en ti mismo/a. Tu imagen debe transmitir tu alto nivel personal y profesional; una imagen será efectiva si comunica adecuadamente lo que quieres que los otros perciban de ti: credibilidad, eficiencia, confiabilidad, empatía, entre muchas otras.

 

Una imagen eficiente empieza con lucir y sentirse bien. Una apariencia profesional agradable, buen lenguaje corporal, etiqueta y comunicación son elementos importantes. Esas cualidades son accesibles a todos nosotros y fáciles de aprender.

 

Cómo todos sabemos bien, el profesionalismo y la calidad humana son asuntos de fondo, que se demuestran con el comportamiento y los resultados en el largo plazo; sin embargo es muy importante que este alto nivel personal y profesional vaya acompañado de una imagen que los proyecte, generando una consistencia entre forma y fondo, de lo contrario les haremos mucho más difícil y más lento a los demás descubrir nuestras virtudes.

 

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